domingo, 6 de marzo de 2011

Es porque eres así, por lo que te quiero.

Tu sonrisa. Tu mirada. La facilidad con la que me haces reír, y a veces enfadar, aunque siempre lo arregles en seguida con el más pequeño de los detalles. Tus llamadas. Tus abrazos. Tus tonterías. Esas tardes que solo tú sabes alegrar. Los veranos a tu lado.
Las veces que me alborotas el pelo. Saber que llevas algo mío, y yo algo tuyo. Tus sms. Tu música. Tu forma de ser.
Tus regalos de cumpleaños, y los de no-cumpleaños. Las noches de película online.
Tus nuevos hobbies, y los que nunca cambiarán. Los momentos en los que sé que voy a verte de nuevo. Lo lógicas que suenan las cosas si las dices tú. Tu tono de móvil. Cuando lo dejas todo si te llaman. La sonrisa que me sale cuando oigo tu nombre. Tus inventos.

Los momentos en los que me acuerdo de tí por todas esas cosas.

domingo, 23 de enero de 2011

Pidamos lo imposible

Quiero conocerte. Quiero saber qué es lo que más te gusta en este mundo, y poder comprenderlo porque necesito que hables conmigo cada día.
Quiero saber todos tus defectos, y tus virtudes. Quiero saber por qué cada ver que me hablas me lo paso tan bien, por qué siempre me sacas una, dos o mil sonrisas.
Quiero saber por qué sacas lo mejor de mí sin darte cuenta. Quiero saber por qué a veces te odio tanto, y al minuto siguiente lo arreglas con la más bonita de las palabras.
Quiero ver un amanecer junto a tí desde la luna. Quiero contar las estrellas del cielo contigo, y que ni una sola se nos escape. Quiero que todas sean tan imperfectamente imperfectos como nosotros.
Quiero quererte para siempre. Quiero que todos esos maravillosos ratos juntos no se olviden y que se multipliquen por mil, cuatro mil millones. Quiero verte sonreír todos y cada uno de los días de mi vida.
Quiero saber tu biografía de memoria, y que ningún detalle se escape.
Y quiero que tú sepas la mía.

martes, 14 de diciembre de 2010

Por eso no puedo olvidar ese 2 de febrero...

Fue la primera vez que pusiste tus ojos sobre los míos. Encontré en tus ojos un mundo. Un lugar delicado, azul y tranquilo. Un lugar que no sabía que podía existir.
Un sitio donde observar tormentas de mil estrellas; donde mirar las horas pasando sin que el tiempo avance; donde encontrar colores imposibles; donde un anochecer supone un nuevo día; donde un sueño supone una realidad; donde los susurros no son secretos; donde pertenezco.
Supe que no iba a poder sobrevivir sin aquellos ojos.

Entonces bajaste la mirada y mi mundo se desvaneció. Se apagó. Sentí cómo caía en un inmenso y oscuro vacío. No hay ni arriba ni abajo, no hay fondo que tocar. Solo caigo en medio de la oscuridad.
Tardé demasiado en descubrir que, si solo veía oscuridad, era porque tenía los ojos cerrados.
Y necesito volver a ver tus ojos una vez más.

martes, 23 de noviembre de 2010

I'm sorry...

Vale, sé que hace mucho que no pongo relatos, pero es que no tengo nada de tiempo, y menos para escribir. A ver si este fin de semana me pongo con algo, y viendo que se acerca el puente, puede que pronto os ponga uno nuevo. Lo siento, pero esto de los exámenes no te deja ni respirar...

viernes, 12 de noviembre de 2010

El tiempo supone cambios, y los cambios no siempre son buenos...

Nada es siempre igual. Porque las cosas cambian. Y nosotros cambiamos con ellas.

Creo que me di cuenta de esto demasiado tarde. Cuando lo inevitable ya había pasado y la tragedia había dejado su huella en el tiempo.

El tiempo pasa y lo cambia todo. Y el cambio puede ser bueno o malo.
Lo que ha cambiado es diferente. Por eso ahora, la vida ya no es la misma de antes.

Cuando algo ocurre, ya no hay marcha atrás; al igual que cuando un corazón deja de latir, muere.
Y el final que ofrece el tiempo es la muerte.

La vida está llena de cambios, cambios que se olvidan o se recuerdan, que no llegan a producirse, que nos causan felicidad o dolor. Que lo transforman todo.

Tiempo y cambio son dos términos que están relacionados mucho más de lo que parece. Una sola decisión pude hacer que tomes un camino diferente, y un hecho puede destrozarlo todo en un instante.
Puede hacer que cuando abras los ojos, ya no haya nada.

Nada es siempre igual, porque el tiempo pasa y lo cambia todo. Es así y siempre será así.

A Patricia...

martes, 2 de noviembre de 2010

El frío

Me devuelve a la realidad un pequeño punto frío en mi mejilla. Me quito el guante y alargo la mano hacia mi cara, pero el punto se deshace en una gota de agua cuando lo toco.
Hace frío, mucho frío. Tengo la punta de la nariz y las orejas coloradas. El parque está solitario y helado. Veo la nube de vaho que sale de mi boca al respirar.
Levanto la mirada y veo cómo miles de copos blancos van cayendo hacia en suelo.
Al poco rato tengo la ropa y el pelo empapados, y tirito de frío. Pero aún así no me levanto. Me quedo debajo del frío y de la nieve.
Pienso en qué es lo que me ha llevado a estar allí, inmóvil y congelada. El sol desaparece y cada vez hace más frío.
Me vienen a la cabeza unas imágenes fugaces: tres figuras esquiando, una risa... Desaparecen en cuanto sacudo la cabeza. Pero pequeños fragmentos de mis recuerdos empiezan a martillearme la cabeza.
El viento helado me muerde con cientos de dientecillos tan afilados como cuchillas.

De repente, siento algo cálido en mi cuello. Es reconfortante y agradable teniendo en cuenta lo fría que está la nieve.
Siento cómo el agua que empapa mi cuerpo se evapora al contacto con su mano. Una cálida mano que sé perfectamente de quién es. No hace falta que me gire para saberlo.

viernes, 29 de octubre de 2010

Creo...

Creo que todas las cosas del mundo tienen su parte buena y positiva. Solo hay que mirarlo como se debe.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Persecución

Era una mañana fría y húmeda. Las plantas aún estaban mojadas de la tormenta del día anterior. El sol todavía asomaba entre las montañas, y el cielo se teñía de azules oscuros y naranjas.
Un jinete cabalgaba por el oscuro bosque sobre un caballo tan blanco como la nieve. Iba lo más rápido que podía, portando un objeto robado al mismísimo rey. Y ahora huía de los despiadados soldados de la corte.
El animal jadeaba de cansancio, pues ya llevaban recorrida una larga distancia. Pero el jinete lo obligaba a correr cada vez más deprisa.
De repente, el hombre cayó al suelo con una flecha atravesándole el pecho, mientras su caballo se alejaba hasta convertirse en un pequeño punto blanco en la lejanía.
Los soldados llegaron al lugar donde yacía el misterioso jinete y comenzaron a registrarle. Pero fue en vano, no encontraron nada. Y la brújula del del rey, había desaparecido.
Los soldados estaban furiosos, pero no sorprendidos. Porque en el dorso de la mano del hombre, había escrito un símbolo arcano.


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Nos han mandado escribir un cuento o algo así en clase le Lengua, y he hecho esto. No está muy allá, pero la inspiración no viene así como así, y en menos de una hora es un poco dificil escribir algo que esté bien. No sabía ni yo misma qué escribir, y ya me estaban diciendo unos cuantos compis que les diese ideas xD.
Además, hacía mucho que no os ponía algo por aquí, así que he puesto este.
Dentro de poco colgaré alguno más.
¡Gracias!

sábado, 23 de octubre de 2010

Proyecto Amanda Invisible

¿Por qué será que cuando no quieres pensar en algo, no puedes dejar de hacerlo?


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Ayer me llegó Proyecto Amanda Invisible. Aún no he empezado a leerlo porque estoy con Sinsajo, pero leí esta primera frase y me encantó. Así que aquí os la dejo xD.

viernes, 22 de octubre de 2010

Conversación 2

- He perdido mi anillo.
- ¿Dónde?
- No lo sé. Ni me importa.
- ¿Y si un día, por descuido, pierdes todos tus sueños... no querrías recuperarlos?
- ...

martes, 19 de octubre de 2010

Conversación

- El espejo... se ha roto.
- Lo sé, me gusta así.
- ¿Por qué?
- Así me veo tal y como me siento
- ...

lunes, 18 de octubre de 2010

¿Qué día es hoy?

¿Qué día es hoy? Uno de los días más negros de mi vida.
Una llamada telefónica a las 0:00 y una mala noticia. Pero, ¿es cierta?

Entro por la puerta de clase y me encuentro tres pares de ojos enrojecidos. Confirmado.
Me derrumbo, siento que se me vacía el cuerpo. Un dolor agudo en el estómago.
La busco, pero no está. Lógico. (no leo bien lo que pone aquí porque está enborronado con una lágrima).

Siento un cosquilleo en mi mejilla. Una lágrima. ¿Por qué estoy llorando? Ella no se merece mis lágrimas.
Una vez fuimos amigas, una vez. Pero ella me hizo daño, mucho.
¿Por qué lloro por su causa? En el fondo no me importa, solo quiero verla y envolverla en mis brazos.
Pero no está.

Mis compañeros permanecen en silencio toda la mañana, no por los castigos y las riñas de los profesores. Porque ellos también lo saben.
Mi profesor nos dice a última hora lo que ha pasado, pero yo estaba enterada.
Misa a las 5, y me apunto. Quiero apoyarla y decirla que no está sola. Nosotros estamos con ella.

¿Por qué ha tenido que irse precisamente ahora, con dos hijas a las que tenía tanto que dar todavía?
¿Por qué ella? ¿Por qué?

No encuentro respuesta a todas las preguntas que me dan dolor de cabeza. Pero ya es irremediable. Está hecho y ahora lo único que podemos hacer es ayudarla en lo que podamos.

Y todos los que creen que este relato se me ha ocurrido así, quiero decirles que no se confundan, porque esto me ha pasado esta mañana.

sábado, 16 de octubre de 2010

Un día de lluvia

La gente dice que odia la lluvia. Cuando llueve no puedes salir de casa, y si sales tienes que llevarte un paraguas y un chubasquero. Que el cielo se pone gris y no ves el sol. Que los días son aburridos y húmedos.

¿Es que a nadie le gusta que le pille la lluvia mientras estás dando un paseo? Echas a correr debajo de millones de gotitas de agua, riendo sin parar, hasta encontrar un sitio donde no te mojas, y escuchar el chisporreteo de la lluvia cuando toca el suelo. Cuando tienes que esperar a que amaine la lluvia para tener que volver a salir corriendo y entender que por muy deprisa que vayas no te vas a librar del diluvio.
¿Es que a nadie le gusta llegar a casa empapado, con el pelo chorreando? Te cambias de ropa y te pones calentita debajo de una manta en el sofá que está junto a la ventana.
¿Es que a nadie le gusta salir de casa y percibir el olor húmedo de las plantas mojadas?
¿A nadie le gusta tener que estrenarse sus botas nuevas para la lluvia? Si no lloviese, nunca te las habrías puesto ¿no?
¿A nadie le gusta abrir la ventana y leer un libro con el sonido de la lluvia de fondo?
¿A nadie le gusta coger su paraguas transparente y salir a la calle, para mirar al cielo y ver como las gotitas chocan contra el plástico que te cubre?
¿No has intentado nunca ver de qué nubes caen las gotas? ¿No has observado nunca, cuando deja de llover, cómo van saliendo pequeños rayos de sol entre las nuves? ¿Cómo se ilumina la hierba verde y húmeda? ¿No has probado nunca a ponerte debajo de un chaparrón?
¿No has intentado ver la lluvia desde ese punto de vista?
Yo, desde luego, lo probaría...

martes, 12 de octubre de 2010

Un sueño

Sueña Con Cosas Imposibles Que te hagan flotar y subir hasta las estrellas.
Sueña con cosas inimaginables que, cuando la gente las escuche, te tomen por loco, y diez minutos más tarde se den cuenta que en realidad es una gran idea, fantástica y alocada.
Sueña Con todo aquello que deseas, Con todo aquello que quieres, que tienes que conseguir.

¿Qué seria la vida sin soñar? Y soñar no cuesta nada. En realidad, un sueño es un mundo distinto, un mundo paralelo en el que no hay reglas ni leyes. Un Mundo donde puedes hacer todo lo que Imaginas.

Y cuando despiertas, es cuando tienes que intentar cumplir todos esos sueños. Porque, como  ya sabes, los sueños se hacen realidad ...

lunes, 11 de octubre de 2010

Se acabó el tiempo

Fue entonces cuando me di cuenta.

Recordé aquella sensación de libertad, de ver todos aquellos colores debajo de mí. Todas aquellas cosas maravillosas que creía que eran como yo.

Fué cuando me di cuenta de que no volvería a tener aquellas sensaciones nunca más. No volvería a ver el mundo en color de nuevo, porque ahora todo estaba oscuro.

Yo había sido una criatura hermosa, llena de color e ilusión.

Y es que una mariposa es lo más bonito que hay en la Tierra, un ser lleno de color, delicadeza y felicidad.

Yo era una de ellas. Podía volar tranquila por esos campos en flor cargados de luz. Podía deslizarme entre las nubes como una pequeña pluma. Podía agitar las preciosas alas que tenía, esas alas de mil tonalidades diferentes.

Podía ser yo misma.

Ahora, aquellos días parecían tan lejanos...

Ya no volveré a volar, porque a mis alas no le quedan colores. A los campos ya no le quedan flores. Y el mundo para mí, se ha vuelto en blanco y negro.

Ya no volveré a ser una mariposa. Porque mi luz se ha apagado.


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Este lo escribí una noche que se me olvidó dormir, y como me aburría, pues me puse a escribirlo xD.
Hasta ahora los relatos que he publicado ya estaban en inicio (de Reino Etéreo).

En Reino Etéreo no voy a publicar más, solo aquí, así que cuando escriba alguno, os avisaré para que lo sepáis.

Mi última canción

Ese día concretamente cambió mi vida. Porque fue el día en el que hice una promesa.

Ese fue el día en el que prometí que nunca volvería a tocar. Guardé las partituras en un cajón. Muy hondo, muy abajo. Prometí que no volvería a tocar.

Prometí que no volvería a componer canciones. No compondría nunca más canciones sobre el amor, porque no existe. Y nunca, es mucho tiempo. Tal vez demasiado.

Las pálidas teclas de mi piano se volvieron de un color marfil. Las hojas de mi cuaderno se cubrieron de polvo, y la tinta de mi bolígrafo se secó.

Ya no prestaba atención al enorme instrumento que ocupaba medio estudio. Tampoco al pequeño cuaderno donde había escrito tantas palabras que me salían sin pensarlo. No había vuelto a deslizar el bolígrafo azul por las páginas de la libreta.

Lo habría tirado a la basura, pero ni siquiera quería mirar a aquel rincón donde descansaba lo que era parte de mí y de mi vida.

Porque eso era la música. Era una parte de mí misma. Era mi vida. Algo de lo que no podía desprenderme así como así. Pero yo, aún sabiéndolo, lo había intentado. Y por ahora, me estaba funcionando.
Lo había conseguido. Hasta aquel día.

El País de Nunca Jamás

La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.- Ven conmigo. No tendrás que preocuparte por nada más. Veremos cosas increíbles, inimaginables. Todo aquello de lo que hablan tus cuentos.
Te llevaré al campamento de los indios. Allí hay hogueras tan altas, que parece que las llamas acarician las estrellas del cielo.
Iremos a la laguna de las sirenas. Te gustarán, son muy hermosas. Volaremos sobre el agua a la luz de la luna.
Iremos al barco de los piratas, y nos burlaremos del capitán Garfio.
Será divertido. Lo pasaremos bien.
Te llevaré a todos los rincones de la isla, ¡y nos contarás muchos cuentos! Vuela conmigo.
No tendrás que preocuparte de los adultos, de los problemas ni de las obligaciones. Allí no hay que preocuparse nunca. Solo tienes que pensar en cosas bonitas.
No tendrás que hacer lo que no quieras, ni tomar esa medicina tan asquerosa.
Nunca más. Nunca...

Me giré hacia él y le miré fijamente a los ojos. Aquellos ojos azules que escondían secretos, diversión, y algo no descubierto. Los ojos más bonitos que había visto en mi vida.

- Nunca, es mucho tiempo -le dije.

Entonces, él me sonrió.
Creo que por aquella sonrisa salté de la barandilla de la ventana, agarrada de su mano. Hacia allí. Con él.

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Este lo escribí después de ver la peli de Peter Pan. ¡Qué le voy a hacer! ¡Me encanta esa película!

No te vayas...

Corría por los pasillos todo lo deprisa que podía. Giraba y torcía las esquinas casi derrapando. Tenía que darme prisa si quería llegar. No podía pararme.

Quería comprobar que seguía allí. De todas formas, me lo había prometido. Pero tenía que llegar cuanto antes.

Solo se oía el golpeteo de mis pies contra el suelo y los alocados latidos de mi corazón. Corría casi de forma auntomática, pues apenas veía por dónde iba.

Únicamente tenía en la cabeza esa imagen. Nada más.

Parecía que el camino era larguísimo. Daba la sensación que no se acababa, de que tenía que correr durante mucho tiempo. Tanto que no me daría tiempo a llegar. ¿Volvería a ver aquellos ojos tan azules?

Pasó por mi cabeza aquella conversación que tuvimos.

- Amy, mi Amy... -susurraba Jeremy-

Me acerqué y me abacé a él con todas mis fuerzas, como si así pudiera retenerlo conmigo para siempre.

Pasó una mano por mis hombros y apoyó su cabeza en la mía.
- No quiero que te vayas -sollocé.
Se me llenaron los ojos de lágrimas. Había prometido que no iba a llorar. Tal vez igual que él.
Pero le quería demasiado, y no pude contenerme. Lloré.
Jeremy sonrió a pesar de todo. Pero fué una sonrisa forzada. En realidad estaba tan triste como yo.
- Yo tampoco quiero. Pero no me iré del todo si tu no quieres. Sabes que yo siempre estaré aquí contigo.
No era lo mismo. Quise decírselo, pero no me salieron palabras.
Jeremy intentó incorporarse. Me prometió que no se marcharía hasta la noche, cuando la columna de luz tocase la cueva. Me agarré a él con más fuerza.
- Amy...

-¡No quiero que te vayas! ¡Quiero estar contigo! -casi grité.
Jeremy me abrazó y me susurró palabras tranquilizadoras al oído:
-Yo también quiero eso. No sabes cuánto. Demasiado. Eres lo que más quiero en el mundo. Pero sabes que no puede ser así.

No fui capaz de contestar nada. No sé cúanto tiempo pasamos así, pero me quedé dormida.
Volví a la realidad cuando recordé cómo me despertaba la luz de la mañana, a penas unos minutos antes de que empezase a correr desenfrenadamente. Ya estaba llegando, solo un esfuerzo más...
Abrí la puerta con un gran estruendo y entré a la habitación precipitadamente.
No había nadie.

¿Entonces había llegado tarde? ¿De verdad no volvería a verle? No podría vivir con ello.

Destrozada, me tumbé en la cama y comencé a llorar...

Pero, después de esperar tanto tiempo y de agotarse mis esperanzas, llegué a ver unos ojos azules. Muy azules...

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Este ya le había puesto en el blog, tal vez lo hayáis leído.
Este relato es el único que aún no tengo en papel. A ver si un día lo paso...

Bienvenidos

Bienvenidos La cajita de mis relatos.
Para empezar, este no es mi blog principal. Aquí solo voy a publicar mis relatos, y el enlace de este blog está Reino Etéreo.
Está hecho para no tener que andar buscando relatos por mi blog, así que aquí los podréis encontrar con facilidad.

Aquí no podéis haceros seguidores. Si queréis seguirme, entrad en el otro. No pongáis enlaces de este blog ni nada parecido. Lo único que podéis hacer, es comentar.
Repito que esto es como una sección de Reino Etéreo.

Espero que os gusten mis relatos. ¡Gracias por pasaros!